Estás sin trabajo o buscando un nuevo puesto profesional y redactas un gran CV, rellenas brillantemente el formulario de la empresa, tienes un LinkedIn potenciado y recibes una invitación a una entrevista de trabajo. Lo que podría terminar bien termina mal porque cometes un error o un paso en falso.
No existe una ciencia exacta para una buena entrevista de trabajo, porque depende de varios factores: el perfil de la empresa, tu compatibilidad con ella, el desempeño de otros candidatos… Pero algunos errores frecuentes terminan eliminando a varios candidatos por completo (o, al menos, contando puntos en su contra).
Por eso hablamos con uno de los directores de recursos humanos de Nu. Obtenga más información sobre los siguientes consejos.
1. No prepararse
Si una empresa te llama para un proceso de selección espera que, además de conocimientos técnicos, habilidades de comportamiento e interés por la vacante, tengas algunos conocimientos sobre la empresa y el mercado en el que opera.
“Pocas personas entienden cómo lo hacemos, pero los reclutadores y profesionales de RRHH pueden identificar que el candidato no está preparado en los primeros minutos de la entrevista”, afirma una de las directoras de recursos humanos de Nu.
Según el profesional, esas pistas están en los detalles: cuando el candidato no sabe contextualizar las respuestas con relación al mercado, área de la empresa o los productos y servicios que ofrece esta, por ejemplo.
No siempre es necesario saberlo en profundidad, pero es importante demostrar que has hecho los deberes. Estudiar la empresa, su historia de formación, la situación actual y su cartera de productos o servicios. Busca en Google informes que ya se hayan publicado sobre él o sus propietarios y, si tiene una página de LinkedIn, mantente atento también.
“Preparar al menos un mínimo para la entrevista es la parte más importante, tanto para que la conversación sea productiva como para que el candidato tenga más confianza en su discurso”, añade una de las directoras de recursos humanos de Nu.
2. Hablar mal de tu trabajo anterior (o actual)
Todo el mundo ha tenido, o probablemente seguirá teniendo, malas experiencias laborales. Ya sea porque no tenían el perfil de la empresa, no se adaptaron, por falta de preparación del liderazgo, o incluso porque no estaban de acuerdo con la cultura de la empresa. Desafortunadamente, esto es común. Sin embargo, hablar mal de la empresa puede resultar negativo para ti, aunque sea la realidad.
“No pierdas minutos preciosos cuando podrías estar vendiendo tu perfil hablando mal de las circunstancias o de la empresa”, explica una de las directoras de recursos humanos de Nu. Según ella, si ya has tenido una mala experiencia profesional y no sabes qué cosas buenas decir al respecto, lo mejor es intentar no sacar el tema a colación.
“La entrevista no se trata de la empresa para la que trabajaste, del jefe que tienes o tuviste, del equipo… Se trata de ti. Así que no pierdas el tiempo en el que podrías estar en el centro de la conversación desviándote hacia otras personas. Eso no te ayudará”, añade.
Es importante resaltar que mentir sobre una mala experiencia tampoco es una salida. Los profesionales de RRHH están capacitados para identificar falsedades y esto también puede comprometer tu imagen en el proceso.
La diplomacia es la mejor manera. Antes de la entrevista, intenta pensar si hubo alguna experiencia positiva en ese trabajo, por pequeña que sea. Por lo tanto, si recibes una pregunta, dirige tu atención hacia ella y trata de no insistir en ella.
3. Interrumpir demasiado
Interrumpir frecuentemente el discurso de otra persona no es bueno en ninguna circunstancia, pero en una entrevista es aún peor.
No significa que no puedas preguntar; a veces, en medio de una explicación, puede surgir una duda o la necesidad de complementar algo. Y es normal interrumpir el discurso de alguien una o varias veces. Sin embargo, interrumpir a la persona que recluta en todo momento no es bueno.
“Este problema se aplica tanto al candidato como al entrevistador. Pero hablando como profesional de RRHH que entrevista casi todos los días, es muy malo cuando tienes un candidato que te interrumpe demasiado, no te deja terminar tu línea de razonamiento, no te deja terminar la pregunta”, dice una de las directoras de recursos humanos de Nu.
4. Hablar del salario con anticipación
Hablar de dinero en un proceso de selección es necesario. Después de todo, todo el mundo quiere estar bien pagado y necesita pagar las cuentas en casa. Sin embargo, según la directora de RRHH, el problema es iniciar una conversación que aborde este tema.
“Todo el mundo busca trabajo para ganar dinero, obviamente. Y sabemos que este es un momento importante. Pero hay un momento adecuado para eso. Iniciar la relación con el reclutador/gerente hablando ya de dinero la mayor parte del tiempo no da una buena impresión”, afirma.
5. No hacer preguntas
En una entrevista de trabajo, el centro de la conversación es, de hecho, la persona que postula, pero, al final de la entrevista o durante la misma, se espera que el entrevistado tenga dudas o quiera saber más sobre algún punto, y no hacer ninguna pregunta suele dar la impresión de desinterés.
“La empresa es donde pasarás la mayor parte de tu tiempo y dedicarás tu energía. No hacer preguntas no es bueno. Puedes preguntar sobre la empresa, el equipo, el jefe, la cultura, el producto, los planes, los proyectos, las dificultades o los clientes, por ejemplo”, concluye una de las directoras de recursos humanos de Nu.
A veces surgen dudas en base a lo dicho en la entrevista, pero lo ideal es que la persona que postula ya tenga algunas preguntas preparadas. Mientras investigas la empresa, anota los puntos que te llamaron la atención y cuestiónalos.
Este contenido es parte de la misión de Nu para devolverle a las personas el control de sus vidas financieras. ¿Aún no conoces Nu? Para obtener más información sobre nuestro servicio y nuestros productos sin complicaciones, da clic aquí.