Para los más pequeños, el regreso a clases puede venir acompañado de sentimientos encontrados. Por una parte la alegría de volver a encontrarse con los amigos y seguir aprendiendo y descubriendo el mundo; por otro lado, la tristeza de decirle adiós al verano y a las actividades que el período vacacional facilita. Para toda persona que esté al frente de una familia, el regreso a clases con seguridad viene acompañado de una carga financiera pesada. ¿Puede el regreso a clases ser una oportunidad para la educación financiera? ¿Cómo?
Tan solo este año, el costo de los útiles escolares subió un 30% en comparación con el año anterior, según datos de la ANPEC. Ante este escenario, es más vigente que nunca que para la mayoría de los adultos con hijos, el regreso a clases es una época asociada a gastos que si no se planean bien y con tiempo, pueden generar deudas.
Pero más que hablar de cómo hacer frente a los gastos asociados al regreso a clases, queremos hablar de cómo hacer frente al regreso a clases, y al año escolar que inicia, de la mano de la educación financiera.
Tomar los gastos asociados a la vida escolar para que los hijos aprendan sobre finanzas personales abre una oportunidad para que integren a su proceso de aprendizaje lecciones cotidianas de educación financiera.
Regreso a clases y vida escolar: una oportunidad para la educación financiera
Mandamos a los hijos a la escuela con uniforme, cuadernos y libros, esperando que desarrollen sus habilidades y sigan enriqueciendo sus conocimientos.
Aunque a partir de este ciclo escolar, en algunos niveles escolares se empezarán a ver temas relacionados con la educación financiera, la educación financiera debe de empezar en casa, pues ahí es donde más aprendemos los hábitos que nos acompañarán a lo largo de nuestras vidas.
Los adultos de hoy constantemente pensamos en lo diferente que sería nuestra relación con el dinero si desde pequeños nos hubieran enseñado a administrarlo, a hacer un presupuesto, o simplemente a ahorrar.
La vida escolar está llena de momentos que pueden ser aprovechados para aprender educación financiera. Desde decidir qué es mejor para la economía familiar: si llevar el lunch desde casa o llevar dinero para comprar algo de comer o ‘por si cualquier cosa’.
Si mandas a tus hijos a la escuela con dinero, esa es una oportunidad maravillosa para empezar a enseñarles educación financiera y compartirles conocimientos que vayan de la mano de una necesidad real como lo es llevar dinero para gastar.
Educación financiera a través de la gestión de recursos
Se trata de enseñarles a hacer un buen uso del dinero dentro y alrededor de la escuela. Y el contexto de la escuela es importante porque aquí es donde son “independientes”, donde toman sus propias decisiones y pueden decidir si gastan en unas papas o en una manzana, si prestan dinero, si lo comparten con los amigos, si lo gastan todo o guardan una parte.
La gestión de recursos puede ser un juego bien eficaz para que los hijos tengan los primeros aprendizajes, que cometan sus primeros errores, pero con una consciencia detrás:
- ¿Qué recursos vas a proporcionarles?
- ¿Cómo les vas a enseñar a que los gestionen?
- ¿De qué forma se los vas a entregar?
Algunos padres optan por dar un dinero al inicio de la semana que debe cubrir, por ejemplo, comidas y traslados entre el lugar de estudios y la casa.
Puede ser que otros padres opten por abrir un crédito en la tiendita o la cafetería de la escuela y liquidar cada semana:
- ¿Qué lecciones financieras se pueden desprender desde ahí?
- ¿Va a ser un crédito restringido?
- ¿Cómo les vas a enseñar a hacer un uso inteligente de esa responsabilidad?
Si por el contrario, eres de los padres que optan por mandarlos a la escuela con un lunch contundente para que no ‘necesiten’ gastar dinero, ¿por qué no involucrarlos en la planeación del presupuesto y las compras necesarias?
Se puede aprender mucho de las decisiones que van a tomar como familia para esquematizar cómo se pueden organizar los gastos relacionados con la vida escolar.
Cuidado y uso apropiado del material escolar
Es buena idea involucrar a los hijos en el proceso de planear y comprar todo lo necesario para el regreso a clases. Desde invitarlos a que se echen un clavado a todos sus cajones y rescaten todo el material que pueda ser reutilizado y reciclado, hasta hacerlos conscientes del costo que tiene ese material y por qué es importante cuidarlo y hacer un buen uso de él.
El inicio de un nuevo año escolar puede ser una oportunidad para que los hijos aprendan a distinguir entre la necesidad y el deseo.
Necesitar una mochila nueva es muy diferente a querer una que traiga el logo de la película hit del verano, aunque sea dos veces más cara que una de mejor material pero que no anuncia ninguna película taquillera.
Enséñalos a cuidar sus cosas. Una sudadera del uniforme perdida o rota a medio año va a suponer un gasto extraordinario. No se trata de reprender sino de aprender. Destinar parte del ahorro a pagar la sudadera de reemplazo es un buen inicio.
Pero más allá de estos consejos, cuando involucramos a los hijos en estos procesos los hacemos partícipes de la economía familiar y pueden ver la utilidad de hacerse aliados del ahorro.
Además, esto les permitirá adquirir conciencia del costo de las cosas y de la importancia de cuidarlas, que también es parte de la educación financiera.
¿Cómo generar oportunidades cotidianas para la educación financiera?
Casi cualquier actividad de la vida diaria puede ser aprovechada para enseñarle a los hijos algo sobre educación financiera o hábitos saludables de finanzas personales.
Lo importante es mantener un diálogo abierto con los hijos. El dinero no debería de ser tabú. Fomentar un ambiente donde se sientan cómodos para discutir temas financieros y hacer preguntas les puede dar la confianza para empezar a integrar conceptos financieros a sus vidas diarias.
La educación financiera es un proceso gradual. Aprovechar el regreso a clases como una oportunidad para la educación financiera es solo una de las muchas formas en que podemos integrarla a sus vidas.
Si empezamos a formar a nuestros hijos desde pequeños y los acompañamos en el camino de la educación financiera, llegarán a la edad adulta con conceptos valiosos sobre el dinero, listos para tomar decisiones bien pensadas con sus recursos.
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