¿Eres de los que le sigue teniendo miedo al crédito? Quizá tu primera respuesta sea “claro que no, ya hasta tengo mi Moradita”, pero ¿qué crees? Tener una tarjeta de crédito no es lo mismo que sacarle todo el provecho, y sobre todo, utilizarla a tu favor como medio de financiamiento.
Y ¿por qué lo decimos?
Bueno, pues hace unos días, posteamos en Comunidad Nu sobre ¿Cómo le sacas mejor provecho a tu Moradita? y recibimos todo tipo de comentarios por parte de los Nulovers. Algo que nos llamó mucho la atención fue este tema de resistirse a usar su tarjeta de crédito como un medio de financiamiento; es decir, el uso principal es como medio de pago y no es que esté mal, pero es como ir al mar y sólo quedarte en la orillita por miedo a ahogarte.
Usar la tarjeta de crédito no implica que te vas a emproblemar, pero por ello es importante aprender a utilizarla.
Por eso te vamos a compartir lo más importante para empezar a perderle el miedo a tu tarjeta de crédito.
¿Cómo funciona el crédito con tarjeta?
Se trata de un crédito revolvente, esto es, en cuanto lo pagas lo vuelves a tener disponible. Ahora, “el chiste” es que no te consumas todo ese crédito o que lo veas como una extensión de tu sueldo porque tarde o temprano lo vas a tener que pagar, y el problema comienza cuando no alcanzas a liquidar todo el monto utilizado y entonces sólo cubres intereses.
El crédito significa traer dinero del futuro a valor presente. Por ejemplo, encuentras una oferta para comprarte una laptop que será muy útil para tu trabajo. Sin embargo, no cuentas con el dinero en este momento para hacer esa compra pero sabes que hacia adelante podrías pagarlo. Sin duda ese podría ser el ejemplo de una compra inteligente.
La clave está en hacer una planeación y tener un presupuesto. (Ya iremos hablando más sobre este tema), pero en la medida en que lo tengas presupuestado, no tendrás problema en ir cumpliendo con los pagos.
¿Cómo puedes aprovechar tu crédito sin miedo a comprometer tu futuro?
Aquí te dejamos otro tip para que aproveches ofertas usando tu crédito sin meterte en problemas en el futuro. Gasta menos de lo que ganas mes con mes, es decir, ten una vida financiera por debajo de tus ingresos, porque eso permitirá que tengas un margen disponible para cuando se te presenten estos casos.
Por el contrario si vives al límite o incluso tienes gastos por encima de tu presupuesto, corres el riesgo de que una compra fuera de tu presupuesto, así sea a meses sin intereses, se convierta en algo impagable.
¿Te parece difícil o crees que es imposible? El problema es que no tenemos estos hábitos, pero haciendo consciencia y estando más presentes con nuestros ingresos y nuestra forma de gastar, podemos ser cada vez más disciplinados.
Y recuerda que como en todo hábito, la constancia es fundamental.