Nu nació para desafiar lo establecido, es por eso que las historias de los que se atreven a cambiar su futuro a través de una revolución personal nos llenan de emoción. Hoy queremos celebrar a estas personas, que no solo detonan cambios para ellas mismas y su entorno, sino que los viven en primera persona. Ahora es el turno de Diego Roel, un mexicano que con 19 años de edad, ha desarrollado la tecnología Strap, un dispositivo que cambiará para siempre la vida de millones de personas con discapacidad visual.
Esta es una de las historias de todos aquellos que nos motivan a seguir adelante con nuestra misión de liberar a las personas de la complejidad. Después de todo, están ahí afuera, creando cosas increíbles, abriendo el camino y reinventando el futuro.
Del viaje intergaláctico a la tecnología asistida
“Cuando ‘era niño’ soñaba con la exploración espacial; quería salir del sistema solar y buscar otros planetas que pudieran tener vida y encontrar la forma de llegar hasta allá. Yo quería ser astronauta y siento que al final no maté el sueño, solo lo adecúe un poquito, hoy me encuentro creando tecnología que antes no existía”.
El sueño de Diego para abrirse camino en el espacio exterior lo llevó a encontrarse con la robótica, cuando comenzó un curso de verano que detonó una carrera insospechada para un niño de siete años.
“Soñaba con ir a otros mundos, pero lo que en realidad me apasionaba era toda la tecnología que se necesita para lograrlo. Quería mejorar los sistemas de intercambio de gases y producción de oxígeno, dentro del mismo traje espacial. Por eso a los siete años le pedí a mi mamá que me inscribiera en clases de robótica. Ella no sabía de qué se trataba, pero terminé en un curso de verano que confirmó a la tecnología como mi pasión más grande”.
“Al momento comencé a estudiar también sobre electrónica, neumática, programación y mecánica. La neta es que yo ya estaba tan clavado en estos temas, que aun teniendo solo 10 años, le pedí trabajo al dueño de la academia como profesor para niños pequeños. Así sucedió y me convertí en profesor de robótica”.
“Encontré en la robótica un lugar seguro que me permitía ser quien yo realmente era”.
“Seguí estudiando a la par, combinando la primaria y después la secundaria con mis clases en la academia durante los 6 años siguientes. Pero para la escuela regular jamás fui un estudiante modelo”.
“Nunca busqué títulos, siempre fui un inconforme del sistema educativo, desde la secundaria fui consciente de mi postura y de todas las incongruencias escolares, siempre cuestioné los métodos de enseñanza y supe que yo tenía un camino propio”.
Tecnología ” Strap”: el primer “bastón” digital para invidentes (un siglo después)
La vida de Diego no se despegó nunca más de la tecnología y los años siguientes fueron una especie de laboratorio. A la par de la escuela y de su docencia temprana comenzó a desarrollar proyectos de robótica y electrónica. Recuerda entre estos, una suela de zapato que al caminar generaba carga para la batería del celular o una app que automatizó su cuarto entero. Pero uno de esos proyectos personales tocó su corazón de forma única.
Apenas siendo un prototipo muy rudimentario, el dispositivo con la tecnología “Strap” evolucionó su visión sobre cómo su habilidad con la robótica podría transformar al mundo e impactar millones de vidas. El Strap es un dispositivo de wearable technology capaz de brindar asistencia en tiempo real a invidentes y deficientes visuales, devolviéndoles autonomía de movimiento, es decir, la primera alternativa tecnológica al “bastón blanco”.
“Cuando la tecnología Strap estuvo lista, como un primer prototipo muy básico, mi papá me motivó a probarlo con un grupo de personas invidentes en un parque. Junté a 12 personas para probar sus alcances en un entorno real, desde niños hasta adultos.
En el momento que todos ellos lograron caminar a través del parque sin chocar con bancas, bardas, árboles u otras personas, vi que este dispositivo les podía devolver cierto grado de autonomía”.
Lo que Diego tenía entre las manos era un “bastón” digital. La versión evolucionada de una herramienta fundamental para personas con discapacidad visual, que este año cumplirá un siglo de haber sido inventada.
“El potencial entero lo comprendí cuando vi llorando a la mamá de uno de ellos, mientras me mencionaba que ‘jamás había visto a su hijo moverse así, sin la ayuda de un bastón o del hombro de un tercero’, ahí fue cuando entendí que uno de aquellos proyectos en los que había estado trabajando podía tener un impacto importante y que había gente a la que le podía cambiar la vida. Fue en ese momento cuando decidí continuar el proyecto con un foco más claro y crear la plataforma adecuada para su lanzamiento a nivel mundial”.
“A la mitad de la preparatoria encontré a mi primer inversionista y me ofreció una ronda de inversión por 70 mil dólares”.
“En ese momento supe que tenía que elegir entre seguir estudiando o ponerme a trabajar para cambiar vidas; elegí cambiar vidas y detonar un impacto verdadero en la comunidad invidente”.
Emprendimiento para navegar el mundo
Este prototipo es ahora un dispositivo 100% funcional y utiliza la misma tecnología disponible en los vehículos autónomos. La gran innovación que ha generado la industria de la conducción autónoma automotriz es la responsable de poder concretar esta tecnología tan única. Incorporando sensores de radar y ultrasónicos esta variante de “chaleco”, es una prenda inteligente que advierte al usuario con vibraciones sobre los posibles obstáculos. Sobre un radio determinado les permite un desplazamiento asistido y seguro.
“Strap cumple con todas las funciones el bastón común, pero también aporta lo que ningún otro bastón puede darle a una persona invidente”
“Nosotros desarrollamos una ‘pirámide de necesidades’ con base en los requerimientos de personas con discapacidad visual, desde lo más sencillos hasta las necesidades más elaboradas. Cada individuo se ubica en un nivel específico, que gracias a este dispositivo, logra superarlo fácilmente. Simplemente les da acceso a una autonomía que de otra manera no tendrían. La efectividad del dispositivo es medible, aunque la muestra más grande es el testimonio de los usuarios”.
Diego consolidó su labor en una startup, Strap Technologies una empresa dedicada al desarrollo de productos con tecnología de asistencia donde laboran más de 30 personas. El dispositivo Strap se encuentra ya en fase de preventa y puedes realizar un pedido dando clic aquí.
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