Nu nació para desafiar lo establecido, es por eso que las historias de los que se atreven a cambiar su futuro a través de una revolución personal nos llenan de emoción.
Hoy queremos celebrar a estas personas, que no solo detonan cambios para ellas mismas y su entorno, sino que los viven en primera persona. Ahora es el turno de Tatiana Rico y Camila Trombert, fundadoras de la organización “Cruces X Rosas”, un movimiento que ha inspirado a un colectivo de mujeres a luchar, ayudarse mutuamente y alzar la voz por ellas mismas, en un país que aún registra 10 feminicidios por día.
Esta es una de las historias de todos aquellos que nos motivan a seguir adelante con nuestra misión de liberar a las personas de la complejidad. Después de todo, están ahí afuera, creando cosas increíbles, abriendo el camino y reinventando el futuro.
Menos cruces y más rosas
Cruces X Rosas nació repentinamente, dentro de la agencia de publicidad donde trabajaba Tatiana, durante una reunión que tuvo por sobremesa una plática en torno al machismo y a la violencia de género. El proyecto se pensó como una campaña estacional, sin adivinar que unos años después se convertiría en un movimiento de apoyo para miles de mujeres.
“Por casualidad quedamos puras mujeres en la sala de juntas, y de las diez que estábamos, ocho se confesaron como víctimas de alguna forma de violencia de género. El objetivo de aquel día era realizar una campaña proactiva y al estar el 25 de noviembre en puerta (día en contra de la violencia de género) decidimos atacar ese frente. Nos inspiramos en nuestra propia experiencia para ayudar a amplificar el mensaje de una lucha que ya a nadie nos parecía ajena. Al final lo que nosotras como equipo sabíamos hacer, era comunicar”.
“La violencia hacia la mujer está presente en toda Latinoamérica, pero en México tienen una presencia muy imperante”.
“Al comenzar a investigar más en el tema encontramos que en varios estados del país los familiares y amigos de las víctimas por feminicidio, colocaban cruces en señal de homenaje y protesta por cada caso. El símbolo de la cruz se volvió un estandarte y comenzamos a producir una serie de imágenes en las que replicamos aquellas cruces, pero esta vez, utilizando los elementos con los que se había llevado a cabo el crimen”.
Se creó un Instagram (@crucesxrosas) y la serie se publicó solo por esa vía procurando evitar la censura de terceros. Aunque fuertes, las imágenes fueron muy bien recibidas, la gente las acogió de inmediato y tuvieron reconocimiento en medios de comunicación con algunas notas.
El objetivo de las fotografías era visibilizar a las víctimas olvidadas del feminicidio y crear conciencia acerca de un problema latente, cosa que se logró con creces y rápidamente, ya que la interacción con la gente se elevó a niveles insospechados.
La gráfica como herramienta de cambio
“Después del 25 de noviembre, decidimos seguir la cuenta de Instagram creando más mensajes y teniendo la gráfica como base para llegar a más mujeres. Nos quisimos diferenciar a través del diseño para llamar la atención y aumentar el alcance del discurso”.
La cuenta @crucesxrosas siguió creciendo durante varios meses, publicando arte que promovía el derecho de las mujeres a la no violencia, la justicia y al reconocimiento de una lucha que cada vez estaba más presente en la comunidad mexicana.
“Desde el principio el contenido comenzó a crear lazos emocionales con mujeres de todas las edades, pero algunos meses después vimos que solo la entrega visual no sería suficiente. Empezaron a llegar mensajes de niñas y adolescentes que buscaban algún tipo de apoyo y consejo, y que se encontraban en situaciones potencialmente peligrosas. En ese momento, al ver que esa dinámica hacía tanta falta, decidimos dar un giro en el proyecto y evolucionarlo hacia una plataforma digital que pudiera tener un rango de acción más amplio”.
“Las mujeres querían hablar y nadie estaba para escucharlas”
“Nos dimos cuenta que debíamos proyectar hacia temas como educación y soporte, que era lo que realmente se necesitaba. Queríamos ayudar de forma tácita, no solo dar visibilidad, que está bien, pero no lo es todo.
Afortunadamente entre nuestras seguidoras se encontraban varias psicólogas, que a manera de activismo, decidieron donar su tiempo para tomar esos casos y brindar un protocolo de ayuda. Armamos una red de profesionales y comenzamos a dar más profundidad a nuestro contenido.
Hoy en día tenemos un programa que brinda un apoyo de 3 meses a cualquier víctima que lo necesite. También dimos un giro educativo con talleres y un podcast especializado; quisimos dejar atrás el foco en el feminicidio, para dar prioridad en la prevención de la violencia. De esta forma nos hacemos presentes antes de que ocurra la tragedia y nuestro aporte es más efectivo.
Poco a poco, nos convertimos en ese lugar al que se puede acercar cualquier mujer que ha sufrido violencia teniendo la certeza de que le vamos a ayudar”.
Actualmente Cruces X Rosas sostiene una comunidad de más de 25,000 mujeres y 120 voluntarias, que más que tener solo una consigna de inconformidad, lucha contra la violencia psicológica, la violencia física y el “mito romántico”.
“El feminismo de Cruces X Rosas es abierto, plural y respetuoso, y la única lucha es contra cualquier forma de violencia de género”
Violencia hacia la mujer y pandemia
“Durante la pandemia la violencia hacia la mujer se agudizó y tuvimos que encontrar la forma de llegar a ellas. Nos dimos cuenta que el “quédate en casa” se convirtió en el mensaje más terrorífico que las mujeres pueden escuchar cuando viven con un agresor. Las llamadas al 911 se dispararon y quisimos hacer algo al respecto”.
“La vía del video fue la adecuada y nos pusimos a grabar a mitad de la pandemia. Las actrices del corto, fueron chicas voluntarias de nuestra misma comunidad. El video se viralizó en dos horas, llegando a miles de mujeres con un mensaje en el que se les recordaba que no estaban solas y que ponía la problemática de la violencia de género durante la cuarentena sobre la mesa.
Al final la pandemia ha dejado una huella profunda, ha sido un golpe muy duro, pero también resultó en cosas positivas para “la cuarta ola de feminismo”. Ahora todos los colectivos estamos mucho más unidos y somos una verdadera oposición contra la injusticia. El tener el campo digital como única vía nos llevó a consolidarnos”.
Queremos abarcar más, viene la segunda temporada del podcast y un libro colaborativo, además uno de nuestras metas es ampliar la plataforma de terapias con un modelo de sharing economy, donde las mujeres que sí pueden pagar una terapia subsidian a las que no tienen recursos”.
“Estamos convencidas que una mujer que toma terapia cambia su mundo. Empieza a deconstruir, su perspectiva evoluciona e identifica su red de acompañamiento. Queremos ser muy enfáticas en decirles: no estás sola, ámate a ti misma”.
Cruces X Rosas, encuéntralas:
Si quieres conocer más acerca la labor de Cruces X Rosas o crees que has sido víctima de violencia de género puedes encontrar ayuda e información en los siguientes enlaces:
Este contenido es parte de la misión de Nu para devolver a las personas control sobre sus vidas financieras. ¿Aún no conoces Nu? Obtén más información sobre nuestro servicio y nuestra tarjeta de crédito sin complicaciones, da clic aquí.