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¿Por qué es tan difícil empezar a organizar tu vida financiera?

Hay varias razones que distraen a la gente, y van mucho más allá de la falta de dinero. Conoce lo que la ciencia ha descubierto sobre el tema y otros consejos para enfrentar las finanzas personales.

Hola de papel en libreta con resoluciones de nuevo año invita a organizar la vida financiera

¿Recuerdas cómo fue hacer algo por primera vez? Dependiendo de lo que fuera, el grado de dificultad era mayor o menor, pero lo más probable es que no lo hayas entendido de inmediato. Aprender a organizar tu vida financiera no es diferente.

El aprendizaje requiere tiempo, esfuerzo y mucha, mucha persistencia. Esta misma lógica es válida cuando se trata de dinero: te da pereza empezar a organizar tus finanzas y cuidar mejor este bien tan escaso. 

Este sentimiento de necesitar superar la adversidad económica nos llega a todos en algún momento de nuestra vida, y muchas veces el no saber cómo hace que ni siquiera queramos empezar. 

A continuación, te daremos algunas ideas de por qué sucede esto. Tal vez incluso conozcas algunas de las razones, pero esta es la oportunidad de sumergirse en lo que la ciencia ha descubierto sobre este tema, y ​​cuáles son las mejores maneras de no darse por vencido. 

1. Deseo de comprar

Una de las primeras razones se refiere al deseo . Es como si ese sentimiento te distrajera inconscientemente. A veces, lo que realmente quieres se mezcla con lo que te han impulsado a querer, ya sea publicidad, moda o la influencia de amigos, por ejemplo. 

Cuando esta mezcla de pensamientos llega sin previo aviso, termina empujándote a realizar compras que pueden estar fuera de tu presupuesto y a hacer un ghosting temporal a tus estados de cuenta. Este comportamiento es normal y todo el mundo lo ha hecho en algún momento, por muy organizados que sean. 

El problema no es ceder a nuestros impulsos de vez en cuando, porque la organización financiera no se trata de cortar todo lo que da placer de tajo. El problema es cuando esta conducta se convierte en la regla y comienza a ser un comportamiento compulsivo que compromete nuestro presupuesto.

Una forma de escapar de esta trampa es intentar escuchar conscientemente estos deseos, como explica la profesora Vera Rita de Mello Ferreira, presidenta de la Asociación Internacional para la Investigación en Psicología Económica en Brasil. 

“Por un lado, ya tenemos una especie de mala voluntad porque el dinero es finito y nos gustaría que no lo fuera, principalmente porque nuestros deseos son infinitos. Desde el punto de vista del psicoanálisis, entendemos los deseos como inconscientes. Podemos saber lo que estás haciendo en ese momento, pero no sabes exactamente lo que quieres. Con eso, somos muy vulnerables, porque la presión de consumir puede empujar en diferentes direcciones”.

La profesora explica que es natural que este sentimiento te acompañe toda tu vida porque es parte de la constitución de la mente de cada uno. Pero también vale la pena recordar que el deseo, por sí mismo, no es un villano. Por ejemplo: si no fuera por tu voluntad y deseo de construir una vida mejor para ti y las personas que amas, ¿por qué te levantarías temprano todos los días para ir a trabajar? Mucha gente no sabría cómo responder a esa pregunta. El secreto está en las señales: trata siempre de ver si hay algo que te distraiga de tu objetivo, que en esta materia sería el de tener una vida financiera más organizada. 

2. El dinero como un tema tabú

No es sexo, religión o fútbol: en sí, el mayor tabú que existe es el dinero. Menos de la mitad de las familias mexicanas hablan de dinero cotidianamente, por ejemplo. Por eso, la segunda razón por la que a las personas les cuesta empezar a cuidar su propio dinero es precisamente el tabú creado en torno a él . Ya sea entre gente con mucho o poco dinero, ya sea en México o en Luxemburgo, el país más rico del mundo, da igual: no suele ser cómodo hablar de este tema, ni siquiera en casa. 

Otro punto relevante está asociado a las emociones: 6 de cada 10 personas asocian el dinero con sentimientos negativos, según el Mindminers Institute. Según la maestra Vera Rita, el dinero puede tener muchos significados, ya sea poder, comodidad, estabilidad o seguridad. 

Incluso, todos estos aspectos emocionales se suelen utilizar para validar o no a una persona, y ahí es donde reside el problema. “Algunos podrían pensar que si una persona tiene mucho dinero, eso significa que es genial. Si no tiene dinero, eso significa que apesta. Pero sabemos que eso no es cierto”, explica. 

3. Falta de dinero para estabilizar la vida financiera

Organizar la vida financiera es difícil porque muchas personas ni siquiera tienen lo básico para empezar . Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que lleva a cabo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)sólo el 6% de los trabajadores que se encuentran en un trabajo formal ganan más de 15 mil pesos mensuales.

Esto significa que millones de mexicanos enfrentan algún tipo de inseguridad alimentaria. Es decir, son personas que no tienen dinero para poner comida en la mesa todos los días. Cuando esta estadística se vuelve una realidad en los hogares será complejo mantener un orden impecable.

Hay estudios que mapean el comportamiento de las personas que viven en la pobreza extrema. Si, por un lado, estas personas se vuelven extremadamente calculadoras y planificadoras, por otro lado también conduce a un alto nivel de agotamiento mental. La doctora Vera da un ejemplo:

“Te acercas a una persona de clase media que sale del supermercado. Entre los artículos, hay una pasta de dientes. Usted pregunta: ‘¿Cuánto pagó por esa pasta de dientes?’ Probablemente estará un poco confundida. Si te acercas a una persona de muy bajos recursos que sale del supermercado, que también compró la pasta de dientes, te dirá el precio con pesos y centavos. Esto sucede porque ella tiene este modo de supervivencia activado todo el tiempo, que es: ‘Necesito comprar pasta de dientes, pero tengo 100 pesos para hacer todas las compras esta semana’. Entonces, la pasta dental tendrá que ser la más barata posible o la que tenga la mejor relación costo-beneficio”. 

En otras palabras: esta capacidad de tener un hiperenfoque para gastar el dinero de la mejor manera posible también va a pasar factura. Cualquier médico podría explicar por qué, al final del día, esto termina por agotar la mente de cualquier persona.

Además de todos estos dilemas, la inflación aprieta los salarios de los pobres mucho más que los de los ricos – y la búsqueda de una buena relación calidad-precio lleva a cada vez más mexicanos a consumir artículos de segunda línea o productos que “parecen pero no son”, como ha ocurrido durante décadas en México con la leche y los “alimentos líquidos a base de lácteos”. 

4. Inmediatez

Un cuarto punto que aleja a muchas personas de la organización financiera es la inmediatez . ¿Recuerdas el deseo, que es algo que forma parte de la vida todo el tiempo? Es casi lo mismo aquí con los comportamientos inmediatos.  

La prisa existe porque los humanos hemos sido entrenados para vivir con los recursos que tenemos en la actualidad. El sistema económico actual necesita de este comportamiento porque lo único que importa hoy es tratar de sobrevivir un día a la vez. 

La profesora Vera menciona un estudio publicado en la revista científica de la Universidad de Oxford que demuestra que el área del cerebro que se moviliza cuando pensamos en ahorrar dinero para nosotros, es decir, para nuestro futuro yo, es la misma área de el cerebro se moviliza cuando pensamos en dar dinero a un extraño en la calle. 

Pensar en el futuro es tan difícil que desmotiva, y es por eso que muchas personas prefieren no comenzar. 

¿Cómo dar el primer paso para organizar tu vida financiera?

Ahora que ya tienes una idea de lo que a la gran mayoría de las personas les impide comenzar a organizar sus finanzas, conoce algunos consejos para cambiar este juego:

1. No existe una fórmula mágica

El primer consejo es pensar que no existe una fórmula mágica ni una receta de bizcocho para salir de cero. Y, aún más importante, comprende que no hay que sentir ninguna clase de vergüenza por no tener una vida financiera organizada. Lo importante es dar los primeros pasos.

2. La organización como hábito

Organizar el dinero debe convertirse en un hábito que forme parte de tu rutina, y un nuevo hábito solo nace como una intención antes de que se vuelva automático. Se necesita dedicación y esfuerzo antes de que algo se sienta tan natural como cepillarse los dientes.

3. Automatiza procesos

Automatizar el proceso de ahorro de dinero puede ser una alternativa para empezar. Puedes elegir un mecanismo mensual en el que tu banco o entidad financiera separe el dinero que vayas a ahorrar cada mes para que se redireccione a esa reserva automáticamente. Ni siquiera pasará por tus manos: cayó en la cuenta y ya se fue a la cuenta de dinero ahorrado. Puede ser cualquier valor, cien pesos por poco que parezca ayudarán a empezar a crear este hábito.

4. Mira tus deudas sin miedo ni vergüenza 

Para quien tiene deudas, lo más importante es entenderlas. Saber exactamente cuánto debe puede ser aterrador, ya que las percibimos como una montaña que nunca podremos escalar. Pero huir de esa conciencia no hará que las deudas desaparezcan, solo se multiplicarán. 

Conocer el valor real de tu deuda y los intereses que esta está generando es la mejor forma de empezar a trabajar a favor de tus deudas con la mejor estrategia. 

“Conoce todo lo que debes y, si es posible, cambia las deudas más altas por un préstamo con tasas de interés más bajas. Evite el uso de tarjetas de crédito, en general, y sal de casa con tu dinero a mano. Compara precios y no te agobies prestando tu nombre o prestando tu tarjeta a otras personas. Una cosa sobre la que bromeo es que la familia que mantiene unido el dinero, permanece unida. La idea es que esto se pueda hacer con la participación de todos”. 

5. Crea un método de anotación y control

Es fundamental no dejar que el dinero te sorprenda negativamente. Puedes (y deberías) anotar las entradas y salidas en un cuaderno u hoja de cálculo. Solo asegúrate de tener este control a mano y visible para que no te tomen por sorpresa cuando lleguen las facturas, ¿de acuerdo? 

6. Nunca olvides que la educación financiera está para ti

Por último, pero no menos importante: contar con una buena educación financiera a la antigua. Puedes usar Internet para extraer material interesante que te ayudará a recorrer el camino que mejor funcione para ti. Lo bueno es que hoy en día hay mucho contenido disponible, como el que puedes encontrar aquí en el blog de Nu

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