Una de las principales razones por las que trabajamos o tenemos un empleo es para generar recursos económicos, le llames como le llames: lana, pachocha, morralla, varos o morlacos. Y no es un secreto que en términos generales aspiramos a tener una buena remuneración económica por el trabajo que realizamos. También es cierto que detrás de nuestra elección de trabajo puede haber otro tipo de motivaciones, como la autorrealización, el crecimiento personal y profesional, o saber que estamos contribuyendo a la sociedad con nuestro talento. Todo esto podría ser considerado parte de lo que se conoce como salario emocional.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, México es uno de los países en el que se trabajan más horas por año. Pasamos aproximadamente un tercio de nuestras vidas trabajando.
¿No es de esperarse que recibamos algo más que dinero por el tiempo que dedicamos a trabajar?
Y es que en ocasiones el factor determinante para elegir un trabajo sobre otro puede estar relacionado con criterios que van más allá del dinero pero que impactan con la misma o mayor fuerza en nuestras vidas.
¿Qué es el salario emocional?
Se considera salario emocional toda retribución no monetaria que recibes por tu trabajo, es todo aquello que tiene un impacto directo en tu calidad de vida. Puede estar relacionado con productos y/o servicios otorgados por tu lugar de trabajo, pero también tiene mucho que ver con la motivación y el sentir que eres tomado en cuenta como ser humano, más allá de ser un empleado.
El salario emocional es todo lo que aporta satisfacciones más allá del pago quincenal. Es una forma de recompensar tu talento y tu tiempo con un poco más que la ganancia económica. Con el salario emocional se busca contribuir al equilibrio entre la vida personal y laboral, mejorar la productividad por medio de incentivos que motiven a la persona que trabaja.
Es algo variable que no está establecido. El salario emocional puede verse reflejado en oportunidades, reconocimiento, incentivos, facilidades, compensaciones o quizás un esquema de trabajo flexible. Ojo, todo esto es adicional a tu salario, es un extra, un valor añadido y no una compensación por un salario económico bajo.
En otras palabras, el salario emocional es lo que puede hacer la diferencia entre sentir que vives para trabajar y sentir que trabajas para vivir.
¿Cuáles son sus características básicas?
Si bien el salario emocional no es algo que se pueda contar y medirlo no es una tarea fácil, se puede considerar como tal aquello que cuente con las siguientes características:
- Autonomía: tener la capacidad de manejar tu tiempo y/o tus proyectos
- Sentido de pertenencia: sentirse valorado y apreciado
- Creatividad: poder dejar tu huella en aquello que haces, independientemente de tu profesión
- Dirección: aspiraciones a mediano y a largo plazo
- Disfrute: actividades diarias satisfactorias disfrutar lo que haces todos los días
- Inspiración: tu trabajo te abre las puertas a un mundo de posibilidades
- Crecimiento personal: aprendes de tus errores y creces como ser humano
- Crecimiento profesional: la oportunidad de usar tu talento, tus fortalezas y habilidades para convertirte en un mejor profesional
- Maestría: satisfacción de hacer algo bien y de mejorar continuamente
- Propósito: sentir que tu trabajo tiene un propósito mayor, que trae beneficios a otros niveles más allá de lo personal
¿Cómo saber si estoy recibiendo salario emocional?
Al no ser un objeto contable y material, cada lugar de trabajo puede tener su propia interpretación y llevarlo a la práctica de distintas formas. Te compartimos algunos ejemplos de cómo puede verse materializado el salario emocional:
- Trabajo flexible. A partir de la pandemia el trabajo flexible ha dejado de ser una tendencia y se ha ido posicionando como un nuevo modelo laboral. Ya sea que se trate de un modelo híbrido de trabajo, o que la compañía le permita elegir a sus trabajadores en qué horario cumplir sus tareas y funciones, esta flexibilidad podría considerarse parte del salario emocional.
- Días libres/día personal. Esta facilidad le permite al trabajador faltar por algún motivo personal sin necesidad de justificar su ausencia.
- Conciliación de la vida laboral y familiar. Algunas compañías reconocen a los trabajadores como seres humanos con responsabilidades familiares y entienden la importancia de tener tiempo para cumplir con compromisos de otro tipo que los laborales. Un ejemplo sería ofrecer ayuda para el pago de guarderías, ofrecer licencias de maternidad y de paternidad, por lo general de mayor extensión que las estipuladas por la ley.
- Buen clima laboral. En pocas palabras, todo aquello que hace que te sientas a gusto en tu trabajo. Incluye el sentido de pertenencia, el respeto entre colaboradores, así como aspectos laborales como una organización adecuada de las tareas y comunicación efectiva, pues este tipo de factores contribuyen a la reducción de los niveles de estrés.
- Reconocimientos e incentivos. Cada vez son más las organizaciones que reconocen la importancia de sentirse valorado. Esto va más allá de recibir una palmadita en la espalda cuando haces algo bien, también tiene que ver con ser tomado en cuenta y que se reconozcan tus talentos.
- Posibilidades de crecimiento. Tener acceso a promociones internas, saber que hay oportunidades de crecer dentro de una empresa.
- Oportunidades de desarrollo y capacitación. Aquí se encuentran todo lo relacionado con la formación: capacitaciones o facilidades para adquirir nuevas habilidades, clases de idiomas, etc.
Una buena forma de saber si recibes salario emocional es preguntarte qué te ofrece tu trabajo independientemente de la quincena, ¿con qué te quedas si quitas la parte económica? ¿Por qué trabajas?
¿Es importante el salario emocional?
En los últimos diez años se ha empezado a hablar bastante sobre este tema, y traerlo a la mesa busca redefinir la forma en la que pensamos sobre el trabajo.
A raíz de la pandemia ha resultado evidente que el bienestar emocional y psicológico son de mucha importancia. También han ido ganando fuerza e importancia las políticas de inclusión y diversidad. Cada vez son más las personas que buscan en su trabajo algo más que una fuente de ingresos.
Lo cierto es que considerar el salario emocional no solo trae beneficios para las personas sino también para las empresas. Una persona feliz será mucho más productiva y estará más comprometida con su trabajo, que alguien que no lo disfruta ni ve un beneficio adicional.
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