¿Alguna vez has pensado en frases como: “Voy a ahorrar dinero para comprarme un auto” o incluso “si me sobra dinero este mes, me voy a hacer ese diplomado o este viaje?”. Estos son puntos de economía doméstica, de los que aún se habla poco, pero que tienen un gran impacto en la rutina de todos.
Es común pasar por este tipo de episodios: te gustaría lograr algo, pero no puedes por falta de planificación financiera. Es por eso que la economía doméstica ayuda a las personas a comprender sus hábitos de consumo y a poner en práctica la organización financiera. Pero te aseguramos que con un poquito de conciencia sobre tus gastos y algunas modificaciones en tu planeación, es posible ahorrar dinero para alcanzar las metas soñadas.
¿Qué es la economía doméstica?
La economía doméstica es un frente de la economía que estudia el comportamiento del consumidor y las ganancias de los individuos, las familias y la sociedad en general.
En términos más generales, los conceptos y estrategias involucrados en este tipo de economía crean un control financiero para hacerse cargo de los gastos del hogar y otros gastos personales.
Para poner en práctica la economía doméstica, es necesario considerar todas las entradas y salidas del presupuesto doméstico, mapeando ganancias y gastos, para entender si el saldo al final del mes es positivo, negativo o si se mantiene en cero a cero, sin espacio para ahorrar.
El número de familias con deudas por pagar ha crecido desde antes de la pandemia, según datos del INEGI, en el 2019 se calcularon un aproximado de 36.64 millones de hogares en México; de ellos, sólo 15.7 millones no estaban endeudados; y de forma contraria, había 20.8 millones con deudas; de ellos, 4.23 millones tenían deudas hipotecarias, y 19.7 millones deudas no hipotecarias.
Además de la inflación y la inestabilidad financiera de los últimos años, que tuvo impactos significativos en los hogares mexicanos, la falta de organización financiera familiar también ayuda a explicar el aumento del nivel de endeudamiento del país.
¿Cuál es la importancia de la economía doméstica?
La importancia de la economía doméstica está ligada a la calidad de vida financiera de las personas. Después de todo, es un concepto y una práctica que también ayuda con la educación financiera, ya que el hábito de mantener al día las cuentas del hogar puede ayudar a las generaciones futuras.
Por lo tanto, si el concepto de economía doméstica te hace algún eco, puede ser interesante comenzar con algunas preguntas como:
- ¿Cómo construir una relación sana con el dinero en medio de las inestabilidades económicas del país y del mundo?
- ¿Cómo consumir más conscientemente?
- ¿Y cómo administrar el dinero que entra y sale del presupuesto familiar?
Cuando llegas a la raíz de estas respuestas, puedes comenzar a crear un plan para el manejo de los recursos domésticos.
Después de todo, es en el interior donde sucede la mayor parte de la vida. Y ahí también es donde se concentra el gasto de la mayoría de la gente.
- El alquiler.
- El supermercado.
- La factura del agua y la luz.
- Pago de impuestos como tenencia o predial.
- Las colegiaturas.
- Las suscripciones al servicio de streaming o gimnasios.
Estos son algunos ejemplos de los gastos del hogar que impactan en una parte considerable del presupuesto familiar.
¿Por qué es importante la economía doméstica?
La economía doméstica es importante porque puede ayudar a las personas a comprender mejor sus comportamientos de consumo. Y en consecuencia controlar mejor el gasto.
En escenarios económicos más complicados, por ejemplo, una estrategia de contención de gastos en el hogar puede significar la supervivencia de la familia en tiempos difíciles sin endeudarse.
Aunque algunos hábitos financieros individualmente representan un pequeño impacto en el presupuesto del hogar, su suma puede traer un alivio significativo a las deudas por pagar del hogar.
Otro punto es que organizar y trabajar la economía doméstica en tu día a día te puede ayudar a ahorrar dinero para emergencias.
¿Cómo puede la economía doméstica ayudar a eludir la inflación?
La inflación impacta directamente en el presupuesto familiar. Por lo tanto, la economía doméstica puede ayudar a eludir la inflación prestando más atención a cómo se gasta el dinero dentro de los hogares.
Cuando los precios de los supermercados aumentan demasiado rápido, por ejemplo, el poder adquisitivo de un hogar se ve comprometido. Si la misma lista de compras que tuvo un gasto de $ 3,500.00 pesos, por ejemplo, pasa a costar $ 4,500.00 pesos al cabo de unos meses, esto tiene un impacto directo.
Cuando eso sucede, se deben tomar decisiones: ¿Renunciar a elementos de la lista o usar una mayor parte del presupuesto para mantener el patrón de consumo? ¿Elegir artículos de marca más asequibles o cancelar algún servicio menos importante para la familia?
Hay que comprender que la respuesta varía de un caso a otro, pero decisiones como esa tienen el poder de influir en la salud financiera de una familia.
La economía doméstica es, por tanto, una herramienta importante para afrontar mejor la situación, controlar los gastos y evitar que la familia entre en números rojos.
¿Cómo hacer un plan de ahorro familiar?
Para hacer un plan de ahorro familiar, el primer paso es organizar tus gastos. Puedes comenzar con una lista en un papel, una hoja de cálculo o una aplicación de control financiero de todos los gastos de la casa.
A continuación, es interesante categorizar los gastos para empezar a entender cuánto gasta la familiar en cada ámbito de la vida: alimentación, ocio y educación, por ejemplo.
Con este mapeo en la mano, es posible hacer una radiografía de la salud financiera de la familia. ¿La mayor parte del gasto se concentra en las facturas básicas, como alquiler, médicos y supermercado? ¿O el gasto variable en ocio y compras se está comiendo más de lo que debería del presupuesto mensual? ¿Te sobra dinero al final del mes o falta?
Estas y otras interrogantes pueden ser respondidas a partir de la elaboración de un plan de economía familiar, que permita tomar decisiones financieras de manera más consciente e inteligente.
¿Cómo organizar los gastos del hogar?
Muchos planificadores financieros recomiendan implementar la regla 50/35/15 Con ella, puedes calcular una división del ingreso familiar neto. Aquí hay un ejemplo de cómo puede dividir las facturas del hogar:
- 50% del gasto en facturas fijas (alquiler, gimnasio, plan celular);
- el 35% del gasto en facturas variables (servicios de streaming, compras online, ir al cine, teatro, bares, ocio en general);
- 15% para proyectos futuros (reserva financiera, financiamiento, inversiones y similares).
Cada familia tiene su propia realidad financiera y estas proporciones pueden no funcionar exactamente para la tuya. Pero esta división puede ser un punto de partida para cualquier persona que quiera comenzar a utilizar estrategias de economía doméstica para potenciar sus alcences financieros.
¿Qué hacer cuando las cuentas están en negativo? (Ósea, que la lana no alcanza)
Cuando las cuentas son negativas, un primer paso puede ser calmarse y hacer un plan efectivo que esté basado en número realistas y honestos.
Para ello, intenta afrontar las deudas de frente. Comprender dónde y por qué tiene cuentas negativas puede ser un punto de partida importante.
Es interesante que mapees el valor total de cada uno de ellas, de forma organizada, para saber el tamaño real del precipicio y perfilar cuáles serán las prioridades.
También enumera las tasas de interés que tus deudas manejan para ayudar a priorizar qué deuda pagar primero. Los préstamos más caros son los que más comprometen tu presupuesto familiar con el pago de intereses. Cuanto antes se paguen, mejor.
14 consejos de economía doméstica para tu familia
Hay tres grandes grupos de gastos del hogar que, si se reducen, pueden abrir un gran espacio en el presupuesto familiar. Conoce las oportunidades de ahorro dentro de cada uno de ellos:
¿Cómo ahorrar en comida?
Para ahorrar en comida, el primer paso puede ser reducir las comidas fuera y sacar pedidos y empezar a cocinar más. Pero hay otros consejos, mira:
- Evita ir al supermercado sin lista de compras. Apegarte a una lista predeterminada te ayudará a no perder el foco en lo que realmente hay que comprar;
- Lleva un registro de la fecha de vencimiento de los alimentos de la despensa. Así, no desperdicias alimentos y te anticipas al uso de productos que están próximos a caducar;
- Guarda los alimentos por grupos. Las grasas y los aceites deben permanecer juntos, al igual que todos los tipos de pasta y cereales, por ejemplo. Esta organización puede ayudar a visualizar más rápidamente lo que falta al hacer la lista;
- Puedes programar un menú semanal. Además de ayudar a mejorar la calidad de los alimentos, esta organización ayuda a predecir qué ingredientes se consumirán semana a semana, optimizando los gastos de mercado;
- Intenta optar por alimentos de temporada. Las frutas y verduras de temporada suelen tener precios más bajos, ya que hay una mayor oferta de productos.
¿Cómo ahorrar en las facturas de luz y agua?
En invierno, un largo baño caliente. En verano, un largo baño refrescante. Este hábito puede ser delicioso, pero tal vez sea costoso, tanto para tu bolsillo como para el medio ambiente.
- Trata de reducir el tiempo en el baño. La ducha es una de las principales responsables de la cuenta de gas. Y cuanto mayor sea la temperatura del agua, mayor será el gasto.
- Retira los enchufes de los enchufes eléctricos cuando no estén en uso, como la televisión, el microondas y la lavadora;
- Elige bombillas LED. Este tipo de iluminación puede generar ahorros de hasta un 60% en la factura de la luz respecto a las tradicionales;
- Siempre que sea posible, opta por comprar electrodomésticos con el sello Inmetro A. Estos equipos están probados y aprobados para consumir menos energía;
- Evita el uso de extensiones. Pueden consumir más energía y sobrecargar los electrodomésticos;
- Mantén los grifos y desagües bien regulados. El consumo de agua puede aumentar hasta en un 50 % cuando los grifos no están bien cerrados y las descargas consumen más agua de la que deberían.
¿Cómo practicar un consumo más consciente?
Los hábitos de consumo se generan a partir de diversas variables, muchas de ellas emocionales. ¿Quién no ha hecho nunca una compra impulsiva después de un día frustrante?
Observar los hábitos de consumo también puede ser una estrategia importante para quienes quieren ahorrar dinero.
- Fíjate bien en los anuncios que recibes a diario, especialmente en las redes sociales;
- Siempre que sea posible, trata de pagar en una sola exhibición. Las compras a plazos pueden comprometer el presupuesto futuro y pueden enmascarar el tamaño total de la deuda familiar.
- Reutiliza y optimiza lo que puedas. Tarros de cristal, ropa de segunda mano, comprar billetes de avión con millas. A medio y largo plazo, todos estos hábitos pueden generar importantes ahorros.
Después de todo, ¿qué entiendes por economía doméstica?
En definitiva, lo que se entiende por economía doméstica es cualquier plan creado para mantener más organizada la vida económica de la familia y evitar gastos innecesarios, de manera que las entradas de efectivo sean mayores que los gastos.
Como consecuencia, la vida de todos los residentes de la casa puede volverse menos estresante, eliminando esa tensión financiera que se genera cuando es difícil cerrar las cuentas mensuales.
¿Cómo hacer una economía doméstica simple?
Para hacer un poco de economía doméstica simple, comienza por reducir los gastos que fácilmente puede ver que son innecesarios.
Las suscripciones a múltiples plataformas de streaming, las compras recurrentes de ropa y calzado, los videojuegos y las comidas fuera o a domicilio son algunos ejemplos de puntos de partida para empezar.
Siempre que pienses que un gasto es muy barato y no hay que recortarlo, recuerda que, cuando se suman, los pequeños gastos se vuelven grandes. No se pierden ahorros. Los montos mínimos que se pueden ahorrar ya ayudan a aligerar el presupuesto y dejar espacio para que empieces a ahorrar.
Cuando se trata de los gastos del hogar, es importante involucrar a toda la familia, para que todos contribuyan a las estrategias financieras.
Es posible ahorrar en cualquier ámbito de la vida. La cuestión es entender cuál es más fácil para ti. Diferentes personas tienen diferentes necesidades y lo que es más importante para uno no lo es necesariamente para el otro.
Por lo tanto, es necesario equilibrar la economía de la casa con las cuentas individuales de sus residentes.
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