¿Ultimamente le has prestado la atención necesaria a tu organización financiera? Si la respuesta es sí, ¡felicidades! eres parte de una minoría. Según la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF, 2021) solo dos de cada diez mexicanos reportan llevar un presupuesto, mientras que cuatro de cada diez lleva un registro de sus deudas pendientes. Para la mayoría de los mexicanos, mantener las finanzas organizadas es una tarea difícil. Alrededor de la mitad de la población reporta que sus ingresos son insuficientes para cubrir el total de sus gastos. Casi nueve de cada diez personas han tenido que reducir sus gastos o recurrir a sus ahorros para poder salir a flote. Adoptar el hábito de tener un día financiero al mes podría cambiar esta realidad.
¿Qué es un día financiero?
Todos tenemos días especiales que están destinados a un aspecto de nuestra vida que es importante para nosotros; la limpieza de la casa, la visita a los abuelos o simplemente el día de descanso. El día financiero es más o menos lo mismo, solo que este se centrará en sanear tus finanzas.
Esta idea es propuesta por la Dra. Wendy De La Rosa, PhD de la Universidad de Stanford en comportamiento del consumidor y fundadora del Common Cents Lab, un centro de investigación en los Estados Unidos enfocado en ayudar a las personas de bajos ingresos a tomar mejores decisiones respecto a su dinero.
Para la Dra. De La Rosa, este es un día que debes reservar para organizar los aspectos de tu vida que se traducen en dinero: cuentas por pagar, gastos mensuales o semanales, deudas, etc. Y es importante hacerlo con mucha dedicación. Después de todo, se necesita tiempo para hacer cosas como ponerse al día con tus cuentas, revisar cargos o llamar al banco para solicitar alguna aclaración, por ejemplo.
“Hago tantas cosas, ¿y todavía tengo que dedicar mi tiempo de descanso a eso?”
Ese es el meollo del problema. La mayoría de las personas comprenden lo importante que es tener el control sobre sus finanzas, pero no pueden visualizar esto como una obligación y, con eso, convertir la idea en acción.
Según varias encuestas de educación financiera realizadas en México y Brasil se dice que, entre las personas que no se ocupan activamente de sus finanzas, se encuentran constantemente argumentos como: “esa tarea requiere de mucho trabajo especializado”, “no sé cuánto recibiré a fin de mes”, o incluso algunas que dicen: “poner atención sobre mis finanzas y saber que mi situación es mala me genera angustia”.
Pero afrontar este problema es el primer paso para mejorar.
Cerca de 7 de cada 10 trabajadores en México gana entre $3 mil y $15 mil pesos mensuales, según el INEGI, un monto que no siempre es el adecuado para vivir con mucha soltura, muchas veces estando por debajo de lo necesario para vivir. Tomarse un día financiero para organizar tus cuentas no va a resolver todo el problema, lo sabemos, pero puede ayudarte a comprender las prioridades cuando necesites tomar decisiones, lo que sin lugar a dudas va a causar una gran diferencia.
¿Cómo hacer un día financiero?
El primer paso es programar un día y comprometerse con él. Piensa que es una tarea que debes hacer y solo debes posponerla si es realmente necesario. Si te saltas el día de limpieza, la casa quedará sucia y habrá que limpiar tarde o temprano, ¿verdad? El mismo espíritu se aplica aquí.
Estos son algunos de los principales puntos que puedes resolver en este día financiero:
Estudia tus gastos fijos
Dedica el tiempo necesario a revisar tus gastos habituales: el pago de la renta o la hipoteca, el mantenimiento, las cuentas de servicios básicos como la luz, el plan de tu teléfono celular, el transporte diario, la televisión por cable, el internet o las mensualidades de tu auto.
Anota claramente todo esto en una hoja de cálculo (o en un cuaderno, si te resulta más fácil), junto con las cantidades que gastas actualmente en cada artículo y por un periodo limitado. Hacerlo por un mes es lo más sencillo.
Organiza los gastos mensuales e iguala los ingresos
Con los gastos mapeados, es más fácil comprender la situación financiera real del mes. Si tus ingresos pueden cubrirlo todo, perfecto: aprovecha para pagar todas las facturas que ya han llegado. Si, por otro lado, la cuenta no cierra, es hora de priorizar.
¿Tienes algún gasto del que se pueda prescindir? Si es así, cancélalo ahora. De lo contrario, los gastos seguirán siendo mayores que los ingresos y es posible que no puedas pagarlo todo. Aquí es donde puedes echar manos de las suscripciones anuales a streamings, cambiar el gimnasio por unos tennis para correr, cocinar en casa o realizar compras diferidas.
No pagar una mensualidad nunca es lo ideal, pero si no hay salida, debes priorizar el pago de aquellas deudas que tienen mayores intereses y cargos por pagos atrasados. Esta información debe aparecer siempre en el estado de cuenta. Junta todos y analiza cuáles son las deudas que podrían comerte más rápido.
También es necesario priorizar riesgos. No vale la pena arriesgar aquellos gastos que pueden estar directamente vinculados a tu fuente de ingresos, como internet, por ejemplo, si trabajas en línea.
¿No puedes pagar tu estado de cuenta? Intenta pagar una cantidad menor o busca alternativas de financiamiento
¿No puedes cubrir el monto total de una mensualidad? Si existe la posibilidad, intenta pagar al menos una parte. No es lo ideal, pero al menos hace que las tasas de interés bajen durante el próximo mes.
Si haces esto cada vez que le te sobra un poco de dinero, la deuda disminuye, o al menos no aumenta.
Si necesitas un poco más de adaptabilidad para seguir adelante con tus deudas será bueno que busques cuáles son las opciones de financiamiento que te ofrece tu institución financiera.
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Cuando las prioridades comienzan a reagruparse, muchas veces se deja de lado el pago a las tarjetas de crédito. Esto implica que los intereses vendrán irremediablemente y tu deuda podría aumentar más de lo esperado, detonando así el efecto “bola de nieve”.
Llama al banco
Muchos bancos e instituciones financieras solo cobrarán lo que se indica en el estado de cuenta sin hacer más preguntas. El día financiero es una oportunidad para examinar tu cuenta y averiguar si lo que te están cobrando es lo que en verdad tienes que pagar.
Si encuentras un cargo que no identificas, llama a la institución para pedir una aclaración. Podrías estar pagando las vacaciones de alguien en cómodos abonos mensuales. Aprovecha también qué y cuánto es lo que te cobra tu banco por ser cliente, tal vez te llevarás una gran sorpresa al descubrir el total de comisiones que pagas sin darte cuenta y sea hora de optar por productos financieros sin comisiones abusivas.
Darse de baja de servicios, boletines y grupos
¿Recuerdas esa tienda a la que le diste tu correo electrónico una vez y ahora siempre recibes correos de promoción? ¿O ese grupo de ventas donde siempre tienes algo que comprar? Tu día financiero también es un buen momento para hacer este tipo de limpieza. Anula las suscripciones indeseadas de tu correo electrónico, borra esas apps de increíbles ofertas y abandona grupos de venta. Esto te ayudará a no caer en compras impulsivas o aprovechar ofertas que ni siquiera necesitas. Para saber el impacto que tienen la necesidad y el deseo en tus finanzas, haz clic aquí.
Establece una meta para ahorrar
Una vez más: no todo el mundo puede ganar el dinero suficiente para concretar un ahorro. Pero si no es tu caso y aún no tienes una meta, este es el momento de establecerla.
Revisa la diferencia entre tus ingresos y tus gastos, y determina una posible cantidad para ahorrar cada mes. No dejes que esta cantidad al final de mes se separe con lo que sobra: trátala como si fuera una deuda también, una obligación que hay que cumplir al principio de cada mes.
Date un gusto: la felicidad es importante en el día financiero
El día financiero no tiene que tratarse solo de organizar y ahorrar: también es importante hacer cosas que te hagan más feliz. Al organizar tus finanzas encontrarás que invariablemente siempre habrá un saldo a tu favor y ese podría ser destinado a contratar (solo por un mes) un servicio de streaming para ver con la familia o para tener una cena especial cada semana, por ejemplo.
Este día también es para asegurarse de que estamos encontrando dinero para consentirnos un poco. Después de todo, si vas a cortar con todo lo que te trae felicidad, será casi imposible mantener una rutina saludable con tus finanzas.
Y finalmente… Programa el próximo día financiero. No tiene que ser la semana que viene ni la siguiente, pero no dejes que pase más de un mes.
Es importante comenzar a incorporar este hábito hasta que se convierta en una rutina. Desde las primeras veces, notarás que se necesita cada vez menos tiempo.
Este contenido es parte de la misión de Nu para devolver a las personas control sobre sus vidas financieras. ¿Aún no conoces Nu? Obtén más información sobre nuestro servicio y nuestra tarjeta de crédito sin complicaciones, da clic aquí.