Independizarse de la familia es una de las decisiones más significativas que podemos tomar en nuestra vida de adultos. Muchas veces, marca el principio de consolidar quiénes somos, pues el salir del entorno familiar abre las puertas para que nos conozcamos lejos del papel que tenemos en la dinámica familiar y exploremos otros aspectos de nuestra personalidad. Y es que dejar el nido trae tantas promesas de libertad como preocupaciones y preguntas.
Este movimiento no solo representa un cambio en tus dinámicas y forma de vivir, sino que también avisa que has decidido salir de tu zona de confort.
Salir de la zona de confort siempre conlleva una carga emocional importante. Si a esto sumamos el desprendimiento de las dinámicas familiares podríamos deducir que se trata de un evento que marca un antes y un después en la vida de cualquiera.
Pero lejos de convertirse en un evento complejo, un poco de planeación y atención a tus finanzas personales podría brindarte una de las mejores experiencias de tu vida. Uno de los primeros pasos es evaluar tus necesidades y tus posibilidades pues tener un panorama claro de ellas te va a dar la pauta para prepararte a alzar el vuelo.
¿Cuándo es el mejor momento para independizarse de la familia?
El mejor momento para independizarse de la familia no existe.
Sería imposible determinar las circunstancias ideales en un momento preciso para poder tomar decisiones mayores como esta, sobre todo cuando algunas veces no siempre se hace por decisión propia.
Desgraciadamente, para algunos miembros de la comunidad LGBTTTI+ independizarse de la familia se vuelve una cuestión de supervivencia. Esta circunstancia cambia la perspectiva y la velocidad de respuesta, ya que no hay mucha cabida para planes y proyectos.
Existen refugios a lo largo del país que funcionan como una alternativa segura para personas que sufren rechazo a causa de su orientación sexual o identidad de género, y que no tienen recursos para pagar un alquiler o que se han vistos envueltos en circunstancias de emergencia, migración o persecución.
Homensensual.com ofrece un directorio de refugios LGBT+ a los que se puede acceder de forma gratuita, para conocerlo da clic aquí.
Encontrar el mejor momento para independizarse de la familia puede ser tan sencillo como realizar un ejercicio simple de finanzas personales que te ayude a dimensionar cuál es tu solvencia económica. Revisa a conciencia tu capacidad financiera y los medios que tienes para sostenerla, un trabajo formal y una buena administración de recursos podrían ser la clave para iniciar con tu nueva vida.
¿Independizarse de la familia sale caro?
Estamos de acuerdo que México es un país de contrastes, ¿correcto? Sobre esa misma línea podemos decir también que la diversidad sobre la oferta de vivienda en el país también es gigantesca.
El costo de independizarse de la familia en México dependerá del estado de la república, la colonia y el tipo de vivienda al que busques acceder.
Un departamento de una recámara en el interior del país no te dará las mismas demandas que una casa amueblada en alguna de las principales zonas económicas, pero también es importante recordar que no todo está dicho. Aun en las zonas de vivienda con mayor demanda, siempre encontrarás garbanzos de a libra, mejor dicho: espacios increíbles a precios insuperables.
Puntos a tomar en cuenta en el presupuesto del “independizado”:
- Gastos mayores: Requisitos de arrendamiento, remodelaciones y adaptaciones, compra de tanque de gas, cerraduras, muebles, reparaciones.
- Gastos fijos: Renta del inmueble, mantenimiento del inmueble, alimentos, transporte, gasolina, servicios como luz, agua, gas, internet, televisión de paga, gimnasio, etcétera.
- Gastos variables: Diversión, cenas, bares, salidas de fin de semana, ropa, calzado, gastos médicos, imprevistos, etcétera.
No pierdas de vista tu capacidad de pago
Recuerda en todo momento que los compromisos financieros que adquieras deberán de ser acordes con tu capacidad financiera. Si bien existen herramientas que te pueden brindar apoyo, recuerda que tu situación económica se volverá más exigente al vivir por tu cuenta, entonces, tus deudas también deberían ajustarse con la nueva medida.
Si quieres conocer cómo hacer una guía básica de planificación financiera da clic aquí.
Ahorra al independizarte: la Regla del 50/30/20
Existen muchas técnicas y métodos para ahorrar. Uno de los que puedes echar mano es la Regla del 50/30/20. Este método consiste en separar todos los ingresos que tengas en el mes en estos tres porcentajes, es decir, 50, 20 y 30, y destinarlos a tres categorías:
- 50% para cubrir necesidades primarias: renta (o pago de hipoteca), servicios (luz, agua, gas), comida, transporte, ropa y calzado
- 30% para los “gustitos” de la semana: ir al cine, comer fuera, el cafecito
- 20% para el ahorro. Ya sea que tengas un apartado especial en tu cuenta, o que decidas guardarlo en un cochinito, es importante respetar esta cantidad y no recurrir a ella para los gastos diarios
Aquí te compartimos otro método de ahorro para que tengas opciones para organizar tus finanzas.
¿Vivir solo o con roomie? ¿Qué es mejor?
Sin duda una de las grandes ventajas de la independencia es la libertad y la oportunidad de explorarte más allá del ambiente en el que te criaste. Pero a veces esta libertad puede venir acompañada de soledad.
Pertenecer a la comunidad LGBTTTI+ nos permite formar otra familia, compuesta por personas cercanas a nuestro corazón, con quienes nos identificamos y compartimos problemáticas y estilo de vida. Es muy natural que si buscas independizarte, lo hagas de la mano de tu o tus amix más cercanos. Si es así, es muy importante establecer reglas básicas de convivencia.
Por ahí dicen “si quieres conocer a Andrés/Inés, vive con elle un mes”. A lo mejor tú y tu amix son uña y carne, pero cuando empiezan a compartir espacio, te das cuenta de que le encanta dejar su ropa tirada por la casa y tú no toleras el desorden. Adicionalmente a las reglas de convivencia, un canal de comunicación abierto y trabajo en equipo es lo que va a hacer posible compartir el espacio sin que la relación se fracture.
Compartir es cuidar
Además de la compañía, compartir un espacio tiene la gran ventaja de que se comparten la renta, los gastos y las tareas de la casa. Por una parte, dividirlos puede aligerar la carga económica, sobre todo en un principio que hay que pagar un depósito e invertir en mobiliario y accesorios básicos.
Eso sí, es muy importante que quienes compartan el espacio se comprometan a ser puntuales con la aportación que les toca. Así, evitarán el atraso en el pago de la renta y de los servicios, que luego puede salir más caro. Sean conscientes de que si la luz no se paga a tiempo, la cortan. Y reconectarla tiene un costo.
La división de tareas también supone acuerdos previos y compromisos. No se trata de que todo se divida 50/50, hay tareas compartidas que pueden ser complementarias. Por ejemplo, no te gusta cocinar y se te quema el agua hervida, pero no te molesta lavar platos. ¿Por qué no hacer el acuerdo ‘tú cocinas, yo lavo’? De lo que se trata es de compartir las responsabilidades y apoyarse mutuamente.
Solo pero no aislado: la vida en comunidad
Otra alternativa es compartir el espacio con personas con las que no necesariamente tienes una relación personal. Tus opciones pueden ir desde la clásica casa de huéspedes hasta el co-living, una modalidad más moderna de vida en comunidad.
Espacios de este tipo tienen la ventaja de que los hay para todos los presupuestos y no necesariamente implicarán un desembolso significativo. Al rentar un cuarto privado, tendrás acceso a servicios y áreas comunes que harán tu estancia más cómoda sin comprometer tu cartera. En el caso de la casa de huéspedes es muy posible que no tengas que invertir en muebles, si acaso en un colchón, y lo que necesites para guardar tus pertenencias.
El co-living lleva el concepto de co-work a la casa/habitación, por lo que esta modalidad es conveniente si tienes un trabajo remoto o trabajas de manera independiente. En el co-living, compartes el espacio con personas con intereses comunes, y tendrás acceso a espacios destinados al trabajo, además de áreas de ocio para el esparcimiento y la convivencia.
Una desventaja de los espacios comunitarios de este tipo es que tienes que seguir reglas y apegarte a horarios estipulados. Toma en cuenta que es muy posible que no puedas decorar según tu gusto, y que tampoco puedas invitar personas a tu espacio.
Una nueva visión sobre ti y tus finanzas personales
Vivir por tu cuenta no solo abre el espacio para nuevas experiencias y para delimitar tu espacio personal. Independizarse de la familia es una de las experiencias que en definitiva más te puede ayudar a robustecer tu carácter y a aumentar la autoconfianza.
Sostener un hogar no es cosa fácil y requiere de mucha destreza, habilidades y visión, lo que se traduce en una oportunidad de crecimiento a nivel personal que se verá reflejado en muchas aristas de tu vida, y lo mejor del caso, es que sentará de manera sólida las bases prácticas para alcanzar la madurez financiera.
Cuando perteneces a la comunidad LGBTTTI+ estos movimientos llegan a cobrar mucha relevancia. En la mayoría de las ocasiones suelen identificarse como revoluciones personales que nos hablan de confianza y determinación, dos elementos que casi con toda seguridad te abrirán las puertas para establecer tus propias reglas y vivir tu vida bajo tus propios términos.