Hasta junio de 2017, Javier Athié de 31 años, nacido en la ciudad de Comalcalco, en el estado de Tabasco, decía que las tarjetas de crédito y en general los servicios financieros eran sus enemigos. “Soy ingeniero, pero las finanzas personales siempre han sido mi punto débil”, solía decir.
Javier está casado con una mujer brasileña. En el 2017, tomó la decisión de mudarse a Brasil por segunda ocasión, para probar su suerte, ya que durante los dos años previos no había encontrado trabajo en México.
“Cuando llegué a Brasil, como soy extranjero y estaba desempleado, los bancos me pusieron demasiados obstáculos para abrir una cuenta, pero al final, los servicios financieros son fundamentales en la actualidad. Mi esposa me dijo que el ‘roxinho‘ (que en portugués significa moradito, el color de la tarjeta de crédito Nu) no cobraba anualidad ni tenía burocracias absurdas, y además podía hacer todo desde la aplicación”, comenta Javier.
“Cómo Nu transformó mi percepción sobre los servicios financieros”
Diez años atrás, la situación de Javier era muy diferente. En su momento, él se estaba graduando como ingeniero mecánico de la Universidad de Los Pueblos, cuando una multinacional petrolera lo reclutó para trabajar en su planta en la ciudad de Villahermosa, Tabasco.
Un mes más tarde, la empresa lo mandó a Macaé, a 180 km al norte de la ciudad de Río de Janeiro, en Brasil, donde existen numerosas plataformas marinas de exploración de gas y petróleo.
Fue entonces, en el año 2010, cuando recibió su primera tarjeta de crédito a través de un banco. “Me duró un mes y la devolví -cuenta Javier-: el pago de la anualidad me pareció excesivo, las comisiones altísimas y, encima, para ver mis gastos en la app tenía que esperar seis días. Me quedó un mal sabor de boca acerca de los servicios financieros.” Javier vivió en Brasil por cinco años consecutivos y nunca más pidió una tarjeta de crédito.
En el 2015, él renunció a su trabajo y volvió a Puebla con su esposa. Vivieron ahí durante dos años hasta que la idea de volver a Brasil tocó nuevamente su puerta.
“Cuando regresé, tomé el consejo de mi esposa, hice la solicitud a Nu y fui aprobado. Al utilizarla, me enamoré de la tarjeta desde el primer día: es todo tan fácil. Desde junio de 2017, Nu es mi opción financiera principal.”
“Nu, ahora para mi familia en México”
En mayo de este año, Nu anunció su llegada a México. Para Javier, que tiene familia en su país natal, la tarjeta de crédito Nu es la mejor opción para los mexicanos.
“La complejidad de los bancos y los otros procedimientos en México son muy similares al sistema bancario tradicional en Brasil. Nu es diferente de todo eso”, dice Javier.
Y sigue: “Al principio, mi familia en México no podía creer que hubiera una tarjeta sin anualidad ni sucursales bancarias donde gestionar los trámites. Ahora, están entusiasmados: saben que el uso de la tarjeta es muy simple, el servicio es excelente y la empresa es confiable. Me tienen a mí de testigo.”
En agosto de 2019, Javier regresó a trabajar a la empresa petrolera en Macaé. Sabe que no volverá a aceptar ninguna oferta cuando lo llamen de un banco para ofrecerle una tarjeta de crédito. Él tiene todo lo que necesita: Nu.
Aplica a la tarjeta de crédito Nu aquí