Lo sabemos, es muy lindo verlos crecer e integrase al mundo cada vez de forma más dinámica. Con el desarrollo del niño llegan nuevos desafíos a cada minuto y uno de los más importantes es cuando el dinero comienza a ser una parte activa de su día a día. Ya sea con el gasto para el lunch de la escuela, el domingo del abuelo o con los ahorros para el juguete de temporada, el dinero se vuelve un recurso que deberá comenzar a ser bien administrado desde edades muy tempranas ya que esta etapa definirá en mayor parte las bases de su conducta financiera como adulto. Pero dar dinero a los niños no es tan sencillo como abrir la cartera y sacar un billete, hay que saber cómo y cuándo hacerlo, y comenzar con la educación financiera temprana de la mejor manera.
Te dejamos más información a continuación.
La práctica hace al maestro
Un estudio de la Universidad de Arizona encontró que la mejor manera de aprender a manejar las finanzas es de manera práctica, administrando su propio dinero. Por supuesto, la llamada socialización por dinero, con ejemplos y lecciones de los padres, sigue siendo el ejemplo más fundamental. Pero la conclusión es que no hay nada como la experiencia práctica para comprender realmente los secretos financieros.
Muchos padres tienen dudas sobre cómo hacer esto y, a veces, aunque puedan, terminan negando el recurso a sus hijos. Y es que hay tantas preguntas que rondan ese hecho. ¿Qué periodicidad es mejor: mensual o semanal? ¿Sería mejor comprometer este dinero al cumplimiento de tareas en el hogar y la escuela? ¿O no? ¿Cuándo empezar? ¿Cuánto dinero dar?
¿Qué ocurre con los padres mexicanos cuando llega el momento de hablar de dinero?
Un estudio realizado en la universidad George Washington dio a conocer que tan solo el 32% de los adultos mexicanos cuentan con algún tipo de educación financiera, mientras que, en países nórdicos como Suecia y Noruega, el 71% de los adultos sabe y aplica conceptos para manejar su dinero.
No es un secreto que hablar de dinero sea un tabú aun vigente para la gran mayoría de los mexicanos y latinoamericanos en general, y desgraciadamente esto impacta a las nuevas generaciones. Muchos padres mexicanos, ante la falta de guía sobre cómo dar dinero a los niños, prefieren no dar el recurso directamente solventando todos los pagos a través de terceros o acordando pequeños ‘créditos’, como el que podrían obtener en la tiendita de la escuela.
Aunque no dar dinero a los niños podría parecer que facilita las cosas a la larga tiene un impacto negativo ya que los priva de la experiencia y contacto con el dinero en primera persona haciendo del recurso un ente desconocido que a entendimiento del niño siempre será administrado por alguien más.
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Por otra parte encontramos a padres que confían en la mesada o domingo, como lo llamamos en México.
La principal motivación de los padres que optan por dar una mesada es enseñarles a manejar su propio dinero, seguido de enseñarles a ahorrar para tener autonomía financiera. Entre los que no, la principal justificación es que quieren enseñar a sus hijos a conseguir sus recursos por su propio esfuerzo, y también porque creen que son demasiado jóvenes para manejar ese dinero, pero piénsalo mejor.
Angela Tosatto, especialista en inversiones y educadora financiera de Nu, dio su opinión sobre si dar o no el dinero a los niños.
“Creo que es súper importante empezar cuanto antes con la educación financiera, claro, para los que tienen la posibilidad y para los que tienen este conocimiento, porque todo lo que empezamos a hacer en la niñez se convierte en un hábito y, en la vida adulta, resulta más fácil manejar el dinero si comienzan temprano. Con esta “x” que gané, ¿qué puedo comprar? Pero si quiero comprar algo más caro tendré que ahorrar un mes extra, dos, tal vez tres”.
En otras palabras resulta fundamental crear una conciencia financiera en los niños desde edad temprana y la experiencia vivencial resulta fundamental. Pero, ¿qué tan temprano resulta conveniente?
¿Cuándo comenzar a dar dinero a los niños?
Hay, eso sí, una edad ideal para empezar a dar mesada a los hijos. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, a los 7 años el niño ya tiene la capacidad de comprender el valor del dinero –y las consecuencias de gastar demasiado o los beneficios del ahorro–.
El estudio también sugiere que los padres o tutores presentan algunos dilemas compatibles con la edad para tomar decisiones entre ahorrar o gastar. Así se forma lo que llaman “hábitos de la mente”. Es una oportunidad para que tomen buenas o malas decisiones sin dañarse tanto y aprendan de ellas para que, en el futuro, puedan desarrollar una relación positiva con el dinero.
Angela Tosatto tiene otro consejo sobre la edad ideal. Ella sugiere que los padres o tutores observen al niño y comiencen cuando vean que el niño es comprensivo e interesado en el uso del dinero.
Puede ser que los 7 años sugeridos por el estudio de Cambridge sean un poco tempranos para algunos, o un poco tardíos para otros. Ella señala que es importante no perder el tren porque entonces el niño ya puede tener que lidiar con operaciones financieras más complejas sin ninguna experiencia.
“Y claro, siempre explicando qué es el dinero, de dónde viene, no simplemente dando la mesada sino explicando y contextualizando al niño, que los padres tienen que salir a trabajar, ganar dinero, comprar cosas y sobrar un poquito. también para que compre las cosas que le gustan, para que se las arregle”.
Lo más importante en el proceso de aprendizaje de los niños es la participación de la familia. Así que el consejo de Angela es valioso: no solo les des el dinero, tienes que guiarlos en el camino, enseñándoles qué hacer con él, mostrando los precios de los productos en comparación con otros y recomendando mejores opciones.
Los investigadores del Reino Unido dicen que a muchos padres les resulta difícil ver a sus hijos cometer errores y tratar de detenerlos, pero dicen que esta no es la mejor manera con los niños. Lo ideal es dejar que ellos también tomen malas decisiones, aprender de ellos en este ambiente controlado, con poco dinero.
¿Cómo dar dinero a los niños y con qué frecuencia?
Si tienes en mente una mesada, es decir, una vez al mes, puede ser que sea una buena oportunidad para adelantar los ritmos del sistema económico vigente, donde generalmente las pagas son mensuales aunque estarías llevando a la práctica estas tareas solo 12 veces por año cosa que no pasaría con el domingo ya que este ocurriría semanalmente. Lo mejor será elegir una periodicidad que sea congruente con tus posibilidades de dinero y atención.
Angela Tosatto, especialista de Nubank, está de acuerdo con la frecuencia mensual.
“Es importante, eso sí, mantener la periodicidad elegida porque el niño comenzará a entender que se necesita más dinero para ingresar a la cuenta de los padres y para su mesada, entonces también tendrá esta noción del tiempo, que nada es instantáneo. En el caso de una mesada los niños tendrán que planificar para los próximos 30 días. ¿Qué voy a comprar ahora? Si me lo gasto toda esta semana, estaré tres semanas sin. Pero, para los menores de diez años, creo que es interesante dar [dinero] cada 15 u 8 días porque su noción del tiempo es un poco diferente a la nuestra”.
Otra discusión importante es si el valor debe estar vinculado a las obligaciones, como ordenar la habitación y hacer las tareas escolares, o si no debe estar relacionado con los deberes.
Puede parecer un dilema tonto, pero no lo es.
Si la mesada está ligada a obligaciones, los niños pueden estar más motivados para cumplirlas, y puede ser bueno que empiecen a entender que, para ganar dinero, hay que esforzarse, como es la lógica del trabajo. Por otro lado, pueden sentir que siempre merecen ser recompensados por cumplir con las obligaciones, lo cual no es necesariamente cierto. Y luego está el hecho de que deben cumplir con algunas obligaciones incluso si no les pagaron por hacerlo porque… bueno, son obligaciones, punto.
Existen numerosos estudios que defienden tanto a un lado como al otro, todos ellos con argumentos bien fundados. Prevalece la visión del mundo que se quiere transmitir al niño.
Angela Tosatto da otra idea sobre el tema:
“Es súper importante que la mesada no esté condicionada a las tareas mayores del hogar, pequeñas tareas del hogar, podría ser, cada cual en proporción a su edad, al final el trabajo doméstico es una acción que se desarrollará toda la vida y no necesariamente será pagada, no así la vida escolar que posteriormente se convierte en profesional. Es preferible validar la mesada si hace muy bien la tarea. Esto estimulará al niño desde temprana edad a intentar hacer algo bien para conseguir un poco más de dinero. Esto se refleja en la vida adulta con toda seguridad”.
¿Cuánto dinero dar a los niños?
La respuesta aquí puede variar mucho dependiendo de las condiciones de cada familia. Según la investigación de Serasa, el 38% de los padres que dan dinero a sus hijos definen un monto entre 50 y 200 pesos.
Especialistas de la Universidad de Arizona argumentan con base en sus estudios que el monto no es lo verdaderamente relevante. Puedes dar tanto como creas compatible con tus ingresos, la cantidad no es lo que le enseñará más o menos el buen uso del dinero.
Argumentan que lo más importante es que los padres den dinero primero y supervisen, y también explican que es fundamental que los niños manejen dinero físico antes de dar un paso grandioso, como tener una tarjeta de crédito para estudiantes a su nombre, porque entonces el el daño puede ser grande.
La especialista cree que es mejor dar un valor más bajo, y tiene una buena razón para ello:
“Las cantidades altas no son beneficiosas para el niño. Porque si logra comprar todo lo que quiere para todo el mes, pensará que esa es la realidad del mundo y sabemos que la realidad, cuando te haces adulto, es muy diferente. Entonces, puedes comenzar a dar una cantidad promedio baja, con algunos bonos quizás en el medio. Pero nunca valores muy altos, para que el niño pueda comprar mucho, porque entonces si es una cantidad media o baja, le animarás a ahorrar”.
Los padres también pueden mantenerse al día con las necesidades cambiantes a lo largo de los años y de las diferentes etapas de vida ya que será necesario aumentar las cantidades hasta que alcancen la edad en la que ya pueden tener su propia cuenta.
Ahora ya sabes cuáles son las mejores opciones para dar dinero a los niños e introducir la educación financiera en el día a día. No fue tan difícil, ¿verdad?
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