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¿Cuánto cuesta romperse un hueso en México?

Las emergencias médicas son parte de la vida y deberíamos considerarlas en nuestra planeación financiera. Aquí te decimos cómo proteger tus finanzas de estas eventualidades.

Radiografía de un antebrazo y una mano que sostiene una moneda para representar cuanto cuesta romperse un hueso

Entre los gastos que más pueden poner en jaque nuestras finanzas se encuentran todos los que están relacionados con accidentes y la salud. Y es que todo acontecimiento que nos agarra de sorpresa tiene el potencial de desequilibrar nuestro bolsillo, sobre todo si no contamos con ahorros, un fondo de emergencia o algún tipo de seguro que cubra lo que cuesta romperse un hueso.  

Cuando se habla de estabilidad financiera, por lo general nos referimos a contar con recursos económicos suficientes para poder hacer frente a gastos habituales y a las metas financieras que tenemos planificadas. Pero también, en buena medida, la estabilidad financiera está relacionada con la capacidad de enfrentar gastos inesperados.

Lo cierto es que muchas veces no estamos preparados para enfrentar estos accidentes y en nombre de nuestra salud o la de un ser querido podemos endeudarnos y poner en riesgo nuestra salud financiera.

No todos los huesos se rompen igual

El costo de romperse un hueso puede variar bastante dependiendo del área afectada y del tipo de fractura. Ya sea una fisura, un esguince, una luxación o una fractura, cada una de estas lesiones varía en gravedad y en el tipo de tratamiento que necesita. Adicionalmente, el costo del tratamiento puede variar bastante dependiendo del área afectada. No cuesta lo mismo un esguince de tobillo a una rotura de cadera.

Si estamos ante alguna eventualidad de este tipo, también hay que considerar la edad, pues entre mayor sea quien se rompe el hueso, más tiempo tomará la curación. Romperse el pie no cuesta lo mismo a los 10 años que a los 40.

Además, hay que tomar en cuenta que el chiste no termina solo con la curación. Algunas fracturas requerirán algún tipo de fisioterapia, mientras que otras, de algún tipo de cirugía y de cuidados post operatorios, lo que puede elevar bastante los costos. 

Y si consideramos que a estos gastos también se le sumarán medicinas, honorarios, etc, la emergencia puede costar un ojo de la cara.

Que no se rompa tu cartera (también)

Pero no se trata de asustarse y entrar en pánico, sino de elaborar estrategias para que el golpe, la caída o el accidente que haya causado la rotura no le dé también un llegue a nuestra cartera. Recuerda que la salud siempre comienza con la prevención, la salud financiera, también.

Lo ideal siempre será tomar medidas preventivas y no esperar a tener un accidente para incorporar a nuestras finanzas este tipo de eventualidades. Sin embargo, lo ideal suele estar bastante lejos de lo real y nunca hay un “buen” momento para enfrentar este tipo de accidentes. 

Si no contamos con un plan de acción o algún fondo de emergencia, lo más importante es conservar la calma. Muchas veces el sentido de urgencia puede llevarnos a tomar decisiones precipitadas que a lo mejor nos sacan del apuro en el momento pero nos pueden llegar a meter en un lío mayor a largo plazo.

Aún en momentos de angustia, siempre será mejor tomar más de un minuto para pensar las opciones con las que contamos para salir del paso sin desequilibrar nuestras finanzas. Es por eso que planear estas eventualidades te puede ayudar a tener una guía más clara sobre qué hacer ante una emergencia médica.

Puntos de apoyo durante una emergencia

Según la Encuesta de Inclusión Financiera realizada por el INEGI, solamente el 21% de la población en México cuenta con algún tipo de seguro. Independientemente de que se trate de un seguro médico privado o público, contar con este respaldo puede ser un verdadero paro.

Si bien un seguro público no cubre todo tipo de padecimientos, cuando se trata de accidentes, nos puede garantizar el acceso a servicios médicos básicos sin meternos en un abismo financiero.

Por su parte, un seguro de gastos médicos mayores privado puede ayudarnos a cubrir todos o parte de los gastos asociados a la emergencia. Todo dependerá de la cobertura del paquete contratado, por lo que hay que considerar si será necesario hacer algún desembolso y cuánto se pagará de deducible y, en algunas ocasiones, de coaseguro.

Entonces, aunque cuentes con un seguro médico privado siempre será necesario cubrir gastos operativos y contractuales es por eso que contar con ahorros o con un fondo de emergencia resulta fundamental en cualquier caso. 

¿Qué es un fondo de emergencias?

Bien dicen que “más vale prevenir que lamentar”. Las emergencias son parte de la vida y deberían de ser parte de nuestra planeación financiera pues nuestra capacidad de enfrentarlas y solventarlas dependerá de qué tan preparados estemos.

Un fondo de emergencias es un colchón que nos puede ayudar a la hora de enfrentar este tipo de gastos no planeados. Lo primero a tener en consideración para contar con un fondo de emergencias es que su destino es solo cubrir gastos imprevistos y nunca destinarlo para otro tipo de eventos. Una tele nueva, las vacaciones, el regreso a clases, no son emergencias, son gastos que se pueden planear y que deben de ser parte de nuestro presupuesto.

También es importante separar tu fondo de emergencias de la cuenta que usas para tu gasto diario, semanal o mensual. De esta forma puedes tener claro de cuánto es el colchón con el que cuentas para caer en blandito a la hora de una emergencia.

A continuación te compartimos algunas características importantes del fondo de emergencias:

  • Accesible: es importante que puedas disponer de él en el momento en que lo necesites, los fondos de inversión no son una opción para mantener este dinero. Existen herramientas financieras que te brindan grandes rendimientos y que mantienen tu dinero disponible en cualquier momento. 
  • Seguro: sí, el colchón de tu cama es un lugar accesible, pero no es el sitio más seguro para tener guardado el fondo de emergencias. Considera guardar tu dinero en algún tipo de cuenta donde puedas disponer de él y que se encuentre protegido 

¿Conviene pagar una emergencia a plazos?

Si no cuentas con ningún tipo de seguro, ni con un fondo de emergencias o algún tipo de ahorro, la siguiente mejor opción es echar mano de algún plan de financiamiento para que la emergencia no sea un golpe tan duro a tus finanzas.

Algunas personas no cuentan con ningún tipo de respaldo pero puede ser que tengan una tarjeta de crédito destinada a este tipo de eventualidades. Tu mejor opción siempre será una tarjeta que no te cueste tener, es decir, que no te cobre anualidad ni comisiones.

Cualquiera que sea el tipo de financiamiento que utilices, la clave es echar mano del crédito de forma responsable, poner especial atención a los intereses y fijarse que los plazos sean un monto conveniente para tu nivel de ingreso, es decir, que no te comprometas a pagar más de lo que queda de tus ingresos si restas tus gastos fijos.

¿Cuánto debo destinar de mi sueldo para emergencias?

El primer paso para calcular cuánto echarle al cochinito del fondo de emergencias es tener claros tus ingresos y tus gastos fijos. La mayoría de los libros de finanzas personales recomiendan juntar como mínimo tres meses de tus gastos. Otros más recomiendan tener asegurados seis meses.

Ten en cuenta que estas son únicamente recomendaciones generales, hay personas que se sentirán más seguras entre más robusto sea el fondo. Al final, entre más le aportes, mejor preparado estarás para enfrentar todo tipo de eventualidades.

Este contenido es parte de la misión de Nu para devolver a las personas control sobre sus vidas financieras. ¿Aún no conoces Nu? Obtén más información sobre nuestro servicio y nuestra tarjeta de crédito sin complicaciones, da clic aquí.

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